domingo, 7 de julio de 2013

Las primarias, los errores de la derecha y el rol de los comunistas


Pablo Monje-Reyes

Los resultados de las elecciones primarias sorprendieron a los  chilenos y chilenas.  La primera sorpresa  fue la gran participación ciudadana: más de 3 millones de votos, aproximadamente el 24% del padrón electoral.  La segunda fue la alta votación obtenida por la Nueva Mayoría: más de 2 millones de votos, el 74% de los votos emitidos, y la  baja votación de la derecha: 800 mil votos, sólo el 26% de los votos emitidos. Por último, la tercera sorpresa fue la alta votación de la candidata del PS, PPD, PC, MAS e IC Michelle Bachelet, con 1.561.563 votos. Casi el doble del total de votos de la derecha, y el 73% de los votos del pacto Nueva Mayoría.

Como en cualquier elección, siempre hay ganadores y perdedores. En esta oportunidad la derecha fue derrotada, aunque no lo quiera reconocer. ¿A qué se debe esta derrota?  A mi juicio,  uno  de los factores más importantes  fue  el eje discursivo que implementó la derecha, centrado en su campaña del terror.

Un eje fue la campaña  contra la candidata Michelle Bachelet y sus “responsabilidades” en las decisiones tomadas el 27F. Cuatro años de gobierno tratando de generar desconfianza y deslegitimación. El resultado muestra que fue un error táctico de marca mayor, pues en las comunas afectadas por el maremoto la candidata obtuvo  en promedio sobre el 80% de los votos. 

Otro  eje discursivo fue condenar la candidatura de Michelle Bachelet, por el apoyo del Partido Comunista. La derecha vociferó a los cuatro vientos que el pacto con los comunistas no le traía nada bueno a la candidatura de Bachelet y a Chile  El Presidente de la República, y los candidatos presidenciales de RN y UDI, se alinearon en cuestionar el apoyo, con frases que rayaban en la intolerancia política y visión antidemocrática. Lo mismo ocurrió con las opiniones de los intelectuales y medios de comunicación, de claro perfil de derecha. La miopía de la derecha en su máxima expresión: hacer una campaña anticomunista persistente y cavernaria, con claras evocaciones a los peores tiempos de la dictadura de Pinochet.

En esta estrategia, la derecha se encerró en su caverna y no hizo lectura de la realidad. El Partido Comunista chileno siempre ha sido partícipe de la democracia. En los últimos 25 años ha votado y participado en las elecciones.  Tiene una votación respetable y disciplinada, cercana a los 350 mil votos. Esos votos están en la votación obtenida por Michelle Bachelet en estas primarias, más los votos del PS, PPD, MAS, IC e independientes.

El Partido Comunista participa de la institucionalidad política. Tiene tres diputados con destacada participación en la política nacional, que con seguridad serán reelectos. Tiene Alcaldes que han sido reelectos con altas votaciones, como en las comunas de Pedro Aguirre Cerda y La Ligua entre otras. En estas comunas, el apoyo a Bachelet estuvo por sobre el 80% y 85% respectivamente. En la comuna de Recoleta, con el Alcalde comunista Daniel Jadue,  la candidata obtuvo 72%. 

La derecha olvida también que los comunistas doblaron  el número de concejales municipales en las últimas elecciones municipales.  Los comunistas han renovado rostros que tienen alta aceptación social, como Camila Vallejo, Camilo Ballesteros, Karol Cariola, Cristian Cuevas, Daniel Nuñez, todos candidatos a parlamentarios en distritos donde  los resultados obtenidos por la Nueva Mayoría hablan por sí solos.

Además, en el mundo sindical cuentan con la Presidenta de la CUT, Barbará Figueroa, la primera mujer en dirigir una central obrera en América Latina. El PC sigue teniendo muchas y muchos militantes obreros jóvenes, organizando sindicatos y luchando por sus reivindicaciones. Eso es una realidad.

No hay duda que los comunistas han estado en el avance de las luchas sociales. Basta caminar por el Distrito 28, donde es Diputado el Presidente del Partido Guillermo Teillier,  para ver en  sus gigantografias la sintonía clara con las demanda de los movimientos sociales: educación gratuita y de calidad, salud pública de calidad, por una nueva Constitución para Chile.

Todo esto muestra que los comunistas tienen nuevas formas de proyectarse en la sociedad chilena. La ciudadanía los ha respaldado en las urnas, con confianza política. A la luz de los hechos, los ha evaluado bien: más de mitad de los votantes totales en las primarias votó por un pacto Nueva Mayoría que integraba al Partido Comunista.

La idea cavernaria del anticomunismo, que la derecha trató de imponer en estas primarias, fue condenada por la ciudadanía.  El pueblo de Chile tiene conciencia de que los comunistas aportan con sus ideas al cambio social y la profundización de la democracia, y percibe claramente que es  la derecha quien está en contra sus intereses de cambio. Los comunistas seguirán por mucho tiempo siendo parte de los cambios profundos de la sociedad chilena, aunque la derecha insista en su idea cavernaria del anticomunismo.  

Publicado en el periódico electrónico El Dinamo, jueves 04 de julio 2013

2 comentarios:

  1. Gracias por la reseña compañero, para los que no vivimos allá es muy útil estar bien informados de lo cotidiano de la política por medio de vías alternativas a los grandes medios concentrados.

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  2. Es interesante revisar los errores de lectura que se hacen sobre "el sentir popular" en los procesos electorales, bien hizo la DC (Navarrete) al plantear que erro al diseñar su campaña desde la perspectiva de la poca convocatoria que tendrían las primarias. Tiempo atrás en torno a las municipales amigos del "movimiento" planteaban su doble lectura de ellas, triunfar en votación ,pero perder en cuanto a reconocer el peso de la institucionalidad en nuestro pueblo. Ese "sentido común" tiene su peso, y actua zigzagueante en la historia , se hizo ver ya el la campaña de Allende en el 52, con grandes concentraciones de apoyo, para elegir al candidato anti partidos, aquel que barrería con la corrupción,hoy por hoy la historia viene de vuelta.
    Los chilenos ya experimentaron con la "alternativa" y el costo lo vivió y lo vive en carne propia. Por mas que algunos levanten una variable del discurso individualista , en su versión movimientista anti partidos,el peso de la historia, o quizás el juego del ensayo y error ya fue ejecutado en una dirección,y la balanza se equilibra en su contrario nuevamente, con lo que hay sobre la mesa.

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