domingo, 24 de noviembre de 2013


La derrota de la Derecha en Chile

Pablo Monje-Reyes

Durante los últimos días hemos sido testigos de la peor crisis de la derecha política. Están perdiendo el poder. Acusaciones cruzadas entre los partidos UDI y RN, señalando  quienes son los responsables de este fracaso político.  Un Presidente de la República que no les ayuda en nada. Es más, que profundiza la crisis con sus desaciertos comunicacionales. Una candidata que, según las encuestas que miden la intención de voto, simplemente tiene más rechazo que apoyo ciudadano.  Como si todo esto fuera poco, los sectores económicos conservadores no ayudan con sus declaraciones. Basta recordar las palabras de un mega-empresario diciendo que “este gobierno nos debe bendecir más que criticar, porque somos los que generamos crecimiento”.

En este contexto, la derecha chilena está herida. Su gobierno y proyecto político está siendo rechazado abiertamente por la gran mayoría de los y las chilenas. ¿Por qué es rechazado? La primera razón fundamental es que su gobierno ha sido de muy mala calidad. Obstinados en la idea de hacer eficiente al Estado, como si este fuese una tienda de retail, tomaron medidas que perjudicaron a hombres y mujeres humildes del país. Creyeron que hacer eficiencia con los recursos públicos se conseguía quitándole beneficios a los pobres de este país. Este hecho colocó en el centro de la conciencia de las personas, que este no era un gobierno que los defendiera y los protegiera. El gobierno fue incapaz de conectarse con la sensibilidad social necesaria para gobernar. Simplemente, no conocen la pobreza actual del Chile postergado.

La segunda razón es la prepotencia política del Presidente de la República, desde el inicio de su gobierno. Gobernaremos con los y las “mejores”, será un gobierno 24/7, repetía hasta el cansancio. Con estos slogans iniciaron una persecución política al interior de la administración pública. Despidieron a profesionales y funcionarios, declarándolos una “grasa” para el Estado. Instalaron nuevos profesionales, que con suerte sabían llegar a Morandé con Moneda, y que al pasar pocos meses manifestaban que sus sueldos eran “reguleques”.  La vocación pública, en la mayoría de ellos, pasaba por dar aportes de caridad a las fundaciones de los “legionarios de cristo” o del “opus dei”. Esto trajo consigo que las decisiones tomadas por estos “nuevos gerentes públicos” hayan sido erradas. Casos abundan: cambio de ficha CAS; cambios en la política de subsidios; y violencia laboral con los funcionarios de carrera en los servicios públicos. En síntesis, arrogancia que era válida desde el Presidente de la República, de arriba hacia abajo.

La tercera razón, vinculada a la anterior pero de una perspectiva distinta, es el tratamiento del gobierno de los conflictos sociales y políticos. La movilización social de los estudiantes, ambientalistas, la CUT y los trabajadores, los movimientos de regiones entre otros, no dejaron indiferente a nadie a nivel nacional e internacional. El Gobierno respondió con el uso de la fuerza, la represión. Fue incapaz de lograr salidas a estas movilizaciones. Su única perspectiva era la derrota de la movilización, ya fuera por represión o por desgaste. Esto sigue hasta el día de hoy con las movilizaciones de los estudiantes, de los funcionarios del Registro Civil, de los trabajadores municipales y todos los trabajadores del sector público. Por tanto, incapacidad de gobernar finalmente.

La cuarta razón articulada con la anterior, es la deslegitimación del sistema económico social dominante en Chile actual. En estos últimos cuatro años, el modelo neoliberal ha estado muy cuestionado. Intelectuales titulan el fin del modelo, y otros escriben propuestas de modelos alternativos. Las personas entienden, por sus resultados, que no es un modelo de sociedad que los beneficia. Por el contrario, es un modelo que los abusa y los explota. Que han perdido sus derechos. Las movilizaciones estudiantiles fueron capaces de poner en el debate y en la conciencia de las personas comunes y corrientes, la necesidad de luchar por derechos, como es el derecho a la educación gratuita y de calidad. Tema que hoy todas las propuestas políticas abordan, y que sólo la derecha niega.

En términos globales, la derecha sale del poder por su incapacidad de hacer una lectura de la realidad social y política del país. No tuvo una mirada estratégica. Sólo entregó soberbia de clase y autocomplacencia, que se expresa claramente en la candidatura presidencial de su abanderada.

Por último, queda una pregunta, ¿será posible derrotar no solo en las urnas a la derecha, sino también en el campo simbólico – político? La derecha política en Chile puede desaparecer en el mediano plazo. Todo depende de los que hoy son oposición y desde marzo de 2014 serán gobierno. Si son capaces de hacer las transformaciones que la sociedad chilena necesita para una nueva democracia, profunda y realizadora de los anhelos del pueblo de Chile. Si esto se logra, el proyecto político de la derecha puede extinguirse.

Cullipeumo, primavera 2013.-
 
Columna Publicada en Periódico electrónico El Dinamo  el 22/11/2013.-

martes, 5 de noviembre de 2013


Giro país: las proyecciones de los resultados de la Encuesta CEP.

 Pablo Monje-Reyes


La semana pasada el Centro de Estudios Públicos, ligado a la derecha económica de nuestro país, entregó su último estudio de opinión pública, conocido como “Encuesta CEP”, que realiza desde la década de 1980. La Alianza por Chile, coalición de derecha, desacreditó este estudio, como respuesta a los magros resultados de su candidata. En efecto, la encuesta es negativa para la derecha en términos de pronóstico electoral, pues la candidata obtiene sólo un 17% de la intención de voto y sobre un 60% de rechazo. Sin embargo, los magros resultados para la derecha no son sólo respecto de su candidata. Las ideas que la derecha históricamente ha defendido, y defiende en la actualidad, concitan un bajo apoyo ciudadano.

¿Cuáles son las ideas que concitan el apoyo ciudadano? La Encuesta CEP entrega importantes datos sobre temas que muestran un giro hacia una agenda política de calado progresista. Se consideran los siguientes temas: valóricos, propiedad de los recursos naturales, cambios institucionales en nuestro sistema político, y reivindicaciones económico-sociales.

En cuanto a los temas valóricos, surge con fuerza despenalizar el aborto terapéutico y en caso de violación, ambos con 63% de acuerdo entre los consultados. Al observar su distribución por edad, en los entrevistados de 18 a 54 años el acuerdo es de un 67%, mientras que en los de 55 y más años el acuerdo baja a un 53%. En términos de niveles socioeconómicos, el nivel alto es que le asigna mayor apoyo, sobre el 69% en ambas preguntas, el nivel socioeconómico bajo muestra un apoyo de 59%. Más relevante aún es que, en los sectores que se identifican con la derecha y la centro derecha, el apoyo a la despenalización del aborto terapéutico supera 58%, y en el caso de violación bordea 65%. Claramente, la sociedad chilena tiene una percepción mayoritaria a despenalizar el aborto, compartida por todos los niveles socioeconómicos y las tendencias políticas, lo que la hace políticamente viable para todos los sectores políticos. Este será un gran tema de debate en el próximo gobierno y legislatura del país, debate para el cual la encuesta CEP entrega argumentos relevantes para la discusión. El problema será para los parlamentarios que se niegan a legislar atendiendo a sus convicciones personales, en su mayoría legisladores de la UDI, parte de RN y una parte de la DC.

En cuanto a la propiedad de los recursos naturales, la Encuesta CEP consultó el acuerdo con nacionalizar el Cobre. Los resultados son avasalladores: el 83% de los encuestados dijo estar de acuerdo con la idea. Nuevamente, el acuerdo es ampliamente mayoritario en todos los grupos de edad, 77% o más en todos los tramos etarios. De la misma forma, en todos los niveles socioeconómicos la nacionalización del cobre tiene un apoyo por sobre el 80%. Según identificación política, la derecha tiene 77% de apoyo, la izquierda 88% y los sectores independientes 81% de apoyo. Estos resultados muestran que claramente hay un giro país. La sociedad chilena tiene claro que los beneficios de la explotación del cobre deben ser para los chilenos, y no para el capital internacional. Enfrentar este debate será clave para la modernización económica productiva del país, entendiendo que la sensibilidad social se orienta a que la explotación del cobre pase a manos del Estado, para que la gestione en beneficio de las grandes mayorías nacionales. Con esto, se está rompiendo el tabú instalado por los sectores de la derecha (en términos amplios), que sostiene que el Estado no debe entrometerse en la producción y explotación de las riquezas naturales de nuestro larga faja de tierra. La empresa minera Estatal CODELCO deberá tener un rol importante en este debate, tanto sus trabajadores como sus cuerpos directivos, entregando garantías de producción y eficiencia que la sociedad chilena requiere, para hacer viable la nacionalización del cobre.

En cuanto a los cambios institucionales en el sistema político, aparecen tres temas con un alto apoyo: descentralización del país, con 73% apoyo; reforma tributaria, con 67% de apoyo, y reforma al sistema electoral binominal, apoyada por el 51%. Estos tres temas condicionarán las reformas del próximo periodo presidencial. De hecho, han estado presentes en los debates públicos de los candidatos presidenciales, en los que se han expresado diferencias sustantivas entre la candidata de la derecha y el resto de los ocho candidatos. Sin embargo, quien aborda estas demandas ciudadanas con mayor claridad, y tiene la viabilidad política para implementarlas, es la propuesta programática de la Nueva Mayoría, que levanta los tres temas con un objetivo central: más y mejor democracia para todo Chile. En el mismo sentido, la propuesta aborda con claridad el camino hacia una nueva Constitución para el país. En esto hay que tener en cuenta que el apoyo a la idea de una Asamblea Constituyente en la encuesta fue de un 45%. Esto significa que se debe trabajar más por esta idea, en todos los sectores socio-económicos y socio-políticos del país. Este es un desafío importante para los sectores progresistas del país.  

Por último, en cuanto a las reivindicaciones económico - sociales, la encuesta nos muestra que la sociedad chilena requiere una mayor protección de los ciudadanos en su fase de consumidores, con 86% de apoyo. También, reducir las brechas de ingresos, con 85%, y priorizar la educación universitaria gratuita, con 74% de apoyo. Tenemos aquí tres temas de fondo, que cuestionan a la actual hegemonía neoliberal. Primero, la gente exige respeto por parte de las grandes empresas de servicios. Abundan los ejemplos de abusos en la última década. Por mencionar un par, el Caso La Polar y el Caso Jumbo, que tenían cobros administrativos y de intereses, abusivos en sus tarjetas. Segundo, la gente ya no soporta la injusta distribución de la riqueza en Chile. Además, el reconocimiento del abuso de los trabajadores y trabajadoras, por parte de los empleadores de los grandes grupos económicos. Por último, la sociedad chilena está de acuerdo con que el Estado garantice la educación universitaria gratuita, que es la forma más efectiva de las formas de acortar la brecha entre ricos y pobres (“enseñando a pescar”). De hecho, gran parte de los países desarrollados y vecinos de la región latinoamericana, se definen mayoritariamente por la educación universitaria estatal gratuita.     

El Chile actual está girando hacia cambios de corte progresista. Es evidente que los desafíos del próximo gobierno serán abordar estos temas país. Claramente, la misma encuesta muestra quien tiene hoy la legitimidad político – social para abordar estos desafíos es Michelle Bachelet, la candidata de la Nueva Mayoría. Bachelet lidera la intención de voto de los ciudadanos y ciudadanas según la encuesta, con sobre un 47%: cuando se consulta sobre quien cree que va ser el próximo Presidente de Chile un 78% cree que la candidata de la Nueva Mayoría será la próxima Presidenta de Chile.

La Nueva Mayoría tiene un gran desafío: recoger estos temas y darle cuerpo. Ya ha avanzado con su propuesta programática, pero la sociedad Chilena indica un derrotero que no se puede dejar de observar y tener presente. En estos últimos años estos temas han estado en las agendas de los movimientos sociales y sus movilizaciones. Es clave avanzar en una nueva democracia y dar al pueblo de Chile la satisfacción que su voz y su participación han sido claves en generación de conciencia de cambios fundamentales en muchos aspectos de nuestra sociedad. Cerrarse a ello sería un error estratégico para las fuerzas políticas de centro izquierda que constituyen la Nueva Mayoría. Podría terminar en la desconfianza pueblo y en su fragmentación, dejando el camino despejado para la derecha populista.


Cullipeumo, Primavera del 2013.-

Publicado en el Periódico Electrónico Reporte.cl el 04/11/13.-