sábado, 22 de septiembre de 2012

Elementos socio - políticos para una política de Izquierda racional en Chile
Análisis de la encuesta CEP Julio – Agosto 2012

Pablo Monje-Reyes[1]

La encuesta del Centro de Estudios Públicos CEP entrega elementos socio – políticos interesantes para el desarrollo de una política de Izquierda racional en Chile. Veamos algunos elementos de la percepción de la economía, casi la mitad de los chilenos y chilenas (47%) piensa que no es ni buena ni mala, cifra 3% mayor que la medición anterior (abril-junio). Un 34% la califica mala o muy mala (3% menos que la medición anterior), mientras que sólo 21% piensa que es buena. Las variaciones están dentro el error muestral de 3%, por tanto las cifras se mantienen con respecto a la medición anterior. Consultados sobre si en los próximos 12 meses la situación económica cambiará, el 60% de los encuestados manifiesta que seguirá igual. En la misma tendencia, 49% de los encuestados manifiesta que la situación de país se encuentra estancada y un 40% que está progresando (5% más que en la medición anterior).  En síntesis, estas cifras indican que el discurso de crecimiento económico del gobierno no ha penetrado en la población. Las cifras macroeconómicas muestran que el país  ha estado creciendo a una tasa sobre el 5%; tasa de desempleo 6,2%, según los economistas tasa de pleno empleo. El índice de IMACEC  5,3% para el mes de julio, 0,5% más que en julio 2011. Estos “buenos” indicadores no se traducen en una mejor percepción económica, según los resultados de la encuesta ya que en sus tres variables de percepción es estable. La Moneda no logra transmitir el mejor estado de situación económica del país, porque los beneficios de este crecimiento solo llegan a los dueños del gran capital, que en nuestro país son nacionales y transnacionales. Además, la política acelerada de traspaso de subsidios del Estado a los sectores pobres y de clase “media y media baja”, no alteran en nada la percepción de la gente.  Sólo por el hecho de que la gente puede percibir más nítidamente como algunos pocos obtienen beneficios económicos inconmensurable, como es el caso de las empresas del sector financiero, 826 mil millones de pesos de ganancia para el primer semestre 2012.

Sobre la identificación con conglomerados políticos, los resultados de la encuesta muestran que ha cambiado en términos significativos, disminuyendo el porcentaje de población que se identifica con un conglomerado. Un 18% de los encuestados se identifica con la Concertación, 4% menos que la medición anterior, si bien es el conglomerado con el mayor porcentaje. Un 12% se identifica con la Coalición por el Cambio, 2% menos que la medición anterior. En el caso del Juntos Podemos (marca de coalición casi en desuso lo que puede incidir en los resultados) se mantiene en un 6%. El 60% de los encuestados no se identifica con ningún sector, 7% más que la medición anterior. Este 7% más podría explicarse por aquellos que se identificaban con la concertación y coalición por el cambio, que dejaron de identificarse con ellos.  En cuanto a identificación por posición política, se dieron cambios interesantes. El sector derecha tiene un 13%, cayendo 3% respecto de la medición anterior. El sector centro marca 10%, cayendo en 5%  con respecto a la medición anterior. En sector centro + centro izquierda se mantiene en un 21%. Por tanto, el sector de la izquierda no capitaliza la caída de los otros sectores, pero es el más alto. El segmento de personas que no se identifica con ningún sector político pasó de un 40% en la encuesta anterior a un 48% en la encuesta actual, por tanto quienes se dejaron de identificar con la derecha y el centro, hoy no optan por ninguno. Se debe tener en cuenta que hoy quienes no se identifican con ningún sector político no es que no tengan opción. Son ciudadanos que en el pasado reciente han optado y nada dice que no seguirán optando por alguna preferencia.

Es importante saber lo que quieren los chilenos y chilenas y como observan el mundo, más allá de su identificación política. En este caso la encuesta da algunas pistas en su segmento Democracia y Mercado: Primero, el 51% de los encuestados lee noticias sobre política frecuentemente y/o a veces. Segundo, el 45% de los encuestados conversa de política con sus amigos frecuentemente y/o a veces. Tercero el 49% de los encuestados conversa en familia sobre política frecuentemente y/o a veces. Cuarto el 58% de los encuestados mira programas políticos en televisión frecuentemente y/o a veces. Quinto solo el 19% de los encuestados sigue temas políticos en redes sociales como Facebook, Twitter frecuentemente y/o a veces. Sexto, 17% de los encuestados trata de convencer a alguien de lo que piensa políticamente frecuentemente y/o a veces. Séptimo, sólo el 9% trabaja o ha trabajado para un partido o candidato frecuentemente y/o a veces. Desde las perspectivas de las características mencionadas en la encuesta estamos frente a un ciudadano con interés en la política, con rangos de variabilidad amplios, sus acciones de política pertenecen a su red más cercana, familias y amigos, y se informa de política principalmente por televisión, independiente de la confianza que le tiene. No se informa  por los nuevos medios, esto es consistente con las encuestas de usos de nuevos medios de comunicación, y tiene muy baja participación en política activa. Por tanto, podemos inferir que es un receptor del mensaje político y su radio de influencia es la red cercana familia y amigos. Claramente, no estamos frente a un ciudadano apolítico, como se trata de instalar por los medios de comunicación de masas con intereses de la clase dominante. En cuanto a la democracia, el 54% califica la democracia chilena actual como regular 54%, y un 20% como mala y muy mala. Por tanto, la perspectiva crítica es moderada y puede suponerse que se aceptaría el perfeccionamiento de la democracia. La mitad de los chilenos (49%) considera que el sistema electoral binominal debiese cambiarse en lo esencial.

Sobre el desarrollo socio económico analizado desde la perspectiva individual. Un 50% considera que la pobreza se debe a la falta de educación de las personas; 37% a la flojera y falta de iniciativa, caída ostensible de 12% con respecto a la encuesta anterior; 28% a los vicios y el alcoholismo 28%; 26% a las pocas oportunidades de empleo; 17% a las malas políticas de gobierno, incremento de 8% con respecto a la encuesta anterior, y por último, 15% a los abusos o la injusticia del modelo 15%, 5% más con respecto a la encuesta anterior. Hay dos elementos importantes de percepción que se deben destacar. Primero, cae en términos muy importantes el concepto de individualidad que está determinado por la variable flojera y falta de iniciativa, y se incrementa los conceptos de injusticia y abusos del modelo, aparejado a esto el incremento de las malas políticas de gobierno actual, que se inspira en el modelo de libre mercado. Aquí empieza a emerger una fractura cualitativa del modelo que las personas reconocen sin problemas. Esto se ratifica sobre las variables de éxito económico de las personas. Los encuestados plantean tres variables significativas, nivel educacional alcanzado 49%, trabajo responsable 43%, iniciativa personal 36%, esta última cayendo en 10% con respecto a la medición anterior. Hay una percepción de los encuestados que pone en cuestión la idea de individualización del éxito, elemento principal de las políticas y de las formas de dominación del modelo, desde la década del ochenta hasta hoy. De la misma manera cae la percepción, aunque sigue siendo dominante, de que se debe premiar el esfuerzo individual: esto cae de un 60% a un 43% entre el 2008 al 2012. En el mismo periodo, pero con incremento lento, sube la percepción sobre que los ingresos se deben igualar por sobre el esfuerzo individual. De la misma manera, cae lentamente de 52% a 44% entre el 2008  y el 2012, que “la principal responsabilidad por el sustento económico de las personas está en las personas mismas”  y comienza a subir lentamente, 15% a 20%, la percepción de que “la principal responsabilidad por el sustento económico de las personas está en el Estado”. Por último, otro dato importante, 39% considera que el Chile de hoy es un sociedad sobre jerarquizada con una estructura piramidal clásica, y 39% desea un Chile con una estructura de sociedad menos jerarquizada, más igualitaria, con centro social extendido.

Desde el punto de vista de la lógica del conflicto social, la encuesta muestra que los chilenos lo reconocen. Cabe destacar los siguientes conflictos: a) Entre los empresarios y los trabajadores muy fuerte y/o fuerte 27% y 44% respectivamente (total 71%); b) la gente rica y la gente pobre muy fuerte y/o fuerte 18% y 44% respectivamente (total 62%); c) el sector social bajo y el sector social medio muy fuerte y/o fuerte 11% y 33% (total 44%); y d) el sector social alto y el sector social medio muy fuerte y/o fuerte 11% y 34% (total 45%). Esto nos muestra que el ciudadano reconoce las diferencias de clase y sus conflictos, y los segmenta claramente. Reconocen más conflictos entre los dueños del capital y trabajadores o ricos y pobres, que entre sujetos sociales de ascenso como son la clase media y baja.

En síntesis, la encuesta muestra tres ejes interesantes para el desarrollo de una política de izquierda. 1) Se denota la incapacidad del gobierno de llegar con sus logros en el ámbito económico. Queda un espacio para el desarrollo de una política de que fomente el cambio de modelo de desarrollo y la búsqueda de un nuevo pacto social, 2) la fortaleza que muestra la identificación de ser de centro izquierda que es mayoritaria y se mantiene en un 21%, esto muestra un potencial de capacidad de ampliación del discursos anti neoliberal, siempre y cuando, se tenga una clara propuesta de camino para el cambio del modelo económico y social para Chile, ya que, 3) Emerge en la percepción de la personas las injusticias del modelo, los conflictos sociales y primeros vestigios de cuestionamientos a la idea de éxito individual y búsqueda en las ideas del Estado y la educación como factores de cambio social.



[1] Doctorando en Ciencias Sociales y Magister en Gestión y Políticas Públicas de la Universidad de Chile, Licenciado en Ciencias Políticas y Administrativas, Universidad de Los Lagos.