viernes, 7 de junio de 2013


Una mirada histórica de la Gestión Social en Chile.

 Pablo Monje – Reyes

La gestión social en este ensayo se entenderá  como proceso gerencial dialógico en que la autoridad decisoria es compartida entre los participantes de las acciones para cuales se han concertado. La gestión social se caracteriza porque cada persona tiene el derecho a hablar y actuar en conciencia sin ningún tipo de coacción política ni burocrática. Este trabajo hace una mirada histórica de cómo la gestión social ha sido un instrumento político relevante en la sociedad chilena en los últimos 40 años. La gestión social de base siempre ha sido una práctica de resistencia de carácter popular como lo fue en la dictadura. En tiempos de democracia ha sido mirada con desconfianza e inclusive resistida por los gobiernos de turno. Muchas veces implementada con fines de legitimación de políticas públicas pensadas de arriba hacia abajo. Los invito al análisis.  

Las reformas estructurales que llevó a cabo la dictadura cívico militar, despojó al Estado de su capacidad de intervención social abierta. Las reformas, independientes entre sí pero interconectadas ideológicamente, permitieron la creación de un Estado neoliberal. Sus principales características son ser un actor pasivo en las relaciones sociales. Sus formas de intervención son por medio del subsidio a la demanda en términos de políticas sociales y desde la perspectiva de la gestión social, solo le interesa si racionaliza las demandas de prestaciones y subsidios del Estado. 
 
La gestión social en el periodo que abarca la dictadura cívico militar chilena, fue implementada por actores políticos (partidos políticos de oposición), sociales (Iglesia Católica y ONG’s) y comunitarios (organizaciones sociales de base), como práctica de resistencia contra la dictadura y de sensibilización para la población de la necesidad de retornar a la democracia. La gestión social fue un pivote clave en la estrategia de derrocamiento de la dictadura cívica militar chilena. Cabe recordar algunas acciones: ollas comunes y comedores sociales; comprando juntos; tomas de terreno y autoconstrucción de viviendas sociales; recuperación y distribución de alimentos en sectores populares; educación cívica y de derechos humanos, entre otras.

En el periodo del retorno a la democracia y los gobiernos de los partidos que fueron oposición a la dictadura, se dio continuidad y legitimación democrática al modelo neoliberal. Se desmovilizó a los actores sociales, se desestructuraron, por lo hechos o por voluntad política, los actores institucionales y sociales que desarrollaron la gestión social como practica de resistencia en los sectores populares durante la dictadura. Los debilitaron por voluntad y cambio de eje político, terminando el financiamiento solidario internacional y la cooptación de los profesionales y técnicos, para cumplir funciones ejecutivas en el gobierno.

La gestión social en el periodo de los gobiernos democráticos encabezados por la concertación, fue implementada como un modelo de co gestión social de las políticas públicas diseñadas centralmente. Como una forma de acercar los subsidios del Estado a los sectores de la población más carenciados. También, como una forma de dar legitimidad social a las empresas privadas. Por último, como prácticas de ciudadanía, gestión municipal y gestión local, fueron las que más se acercaron a dinamizar el concepto y prácticas de gestión social en este periodo.

Para terminar, la paradoja que muestra este pequeño ensayo es que, en realidad, la Gestión Social puesta en práctica en el periodo de la dictadura cívica militar fue más profunda y logró cambio socio políticos importantes, siendo un factor determinante en la lucha contra la dictadura y en la democratización del sistema político. Por el contrario, desde el retorno de la democracia, los que se opusieron a la dictadura la han mirado con sospecha política. Solo se ha podido articular como una mediadora de políticas, que buscan fortalecer el rol del mercado de las políticas sociales, elaboradas en cada uno de los gobiernos de la concertación.
 

Cullipeumo, otoño 2013.-

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